En el último año han aumentado las contrataciones de seguros de vida debido a la crisis del coronavirus. Sin embargo, muchas veces no prestamos atención a lo que estamos firmando o elegimos mal el seguro que necesitamos. A la hora de contratar un seguro de vida, es sumamente importante conocer las coberturas que este tipo de seguros ofrecen para que podamos escoger el que más se adecue a nuestras necesidades. Dichos aspectos son:

  1. Debemos conocer nuestras necesidades

En el momento en el que nos planteemos contratar un seguro de vida, es primordial que conozcamos nuestras necesidades y qué es lo que esperamos que el seguro que contratemos haga por nosotros. Para ello debemos analizar los riesgos a los que nos encontramos más expuestos y tener claro quién queremos que sea el beneficiario del seguro. Los factores que más afectan a la cuantía de la cuota son la edad, el estado de salud, la profesión que ejerzamos, nuestro historial médico y las aficiones que tengamos.

En la actualidad las aseguradoras cuentan con una amplia gama de seguros de vida adaptados a las diferentes características de los asegurados: para jóvenes, familias, solteros, personas de la tercera edad, deportistas, etc. Estos seguros permiten que según nuestras necesidades podamos elegir unas especificaciones que verdaderamente se adapten a las necesidades que necesitamos que cubra y olvidarnos de aquello que no necesitamos.

  1. Leer todas las condiciones del contrato

Lo primero que todo el mundo debe hacer antes de firmar un contrato, ya sea con una aseguradora o de cualquier otra índole, es leer exhaustivamente el documento. Gracias a una lectura minuciosa de sus cláusulas podremos revisar las limitaciones que tiene y sus coberturas, ya que una vez firmado el contrato estaremos aceptando las condiciones propuestas por la aseguradora. Esta práctica nos evitará futuros malentendidos con la agencia de seguros.

  1. Elegir un precio que se ajuste a nuestros ingresos

Dependiendo de las coberturas y características que le propongamos a la compañía aseguradora, el precio de la póliza de nuestro seguro podrá ser más o menos elevado. Es bastante habitual caer en el error de que cuanto más caro es el seguro mejor es; pero siendo una persona no expuesta a grandes riesgos podemos encontrar seguros de vida a unos precios con muy buena relación cobertura-precio y que se ajusten mejor a nuestro nivel adquisitivo.

  1. Saber los supuestos que no cubre el seguro

Teniendo en cuenta que los seguros de vida tienen como principal finalidad hacer cobertura de las necesidades derivadas de la muerte del asegurado; existen ciertas causas de fallecimiento que no están cubiertas por el seguro, o que las cubren a partir de cierto periodo de carencia. Algunas de dichas causas son:

  • El suicidio

Este es uno de los riesgos que la mayoría de seguros no cubren debido a que es una muerte causada consciente y voluntariamente por el asegurado. Sin embargo, algunos seguros aplican un periodo de carencia para contemplar esta causa como indemnizable.

  • Actos imprudentes

La mayoría de seguros excluyen de sus coberturas los siniestros que han sido producidos como consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas y/o estupefacientes y por su participación en actos delictivos o peleas.

  • Deportes y actividades de riesgo

Estas actividades suelen estar excluidas de los seguros de vida más generales por los riesgos que implican para las aseguradoras. Sin embargo, si nos gusta practicar deportes extremos, las aseguradoras cuentan con seguros específicos destinados a este tipo de riesgos.

  • Fallecimiento o invalidez por accidente aéreo

La gran mayoría de seguros de vida no cubren el fallecimiento o invalidez por un accidente aéreo que se ha ocasionado en un medio no autorizado para el transporte público de viajeros. Sin embargo, sí ofrecen cobertura en el caso de viajar como pasajero en líneas comerciales regulares y vuelos charter.

  • Riesgos cubiertos por el CCS

Existen determinadas situaciones en las que se dan siniestros extraordinarios que las aseguradoras excluyen y de las cuales se encarga el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) siempre que el doliente cuente con un seguro de vida.

  • Fenómenos naturales como inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, etc.
  • Hechos violentos como actos terroristas, motines, tumultos, etc.
  • Actuaciones del ejército y cuerpos de seguridad en momentos de paz.
  1. Escoger una aseguradora de confianza

Conocer las aseguradoras más solventes del mercado es esencial a la hora de contratar nuestro seguro. Es importante que antes de escoger entre una u otra hagamos una comparación de los beneficios que cada una nos ofrece en sus pólizas, lo sólida que es financieramente, el número de clientes que confía en ella o la calidad de su servicio de atención al cliente.

Asimismo, no debemos dejarnos llevar por los precios bajos, pues nos puede llevar a contratar los servicios de una aseguradora con poca trayectoria y solvencia, lo cual puede acarrear problemas en el futuro a la hora de que los beneficiarios cobren la indemnización correspondiente.

¿Necesitas ayuda?

Si tienes alguna duda respecto a este tema ponte en contacto con Gabinete Asesor Cacereño, somos una asesoría especializada en materia fiscallaboralcontablejurídica y mercantil. Estaremos encantados de atenderle.

Contactar